lunes, 1 de febrero de 2010
Las clínicas abortistas se oponen a salvar a los «grandes prematuros»
Derecho a Vivir tacha de «tremendamente interesada» esta postura, con la que «intentan aumentar su negocio».
MADRID-Las clínicas dedicadas a la interrupción voluntaria del embarazo preparan el terreno de cara a la nueva ley. El grueso de su volumen de negocio se mantendrá con la «Ley Aído», pues la posibilidad de abortar en las 14 primeras semanas sin jusitificación, y el hecho de que el supuesto del «riesgo psíquico» se mantenga hasta la semana 22 garantizan que se hagan tantos o más abortos que en la actualidad. Sin embargo, hay flecos, y el proyecto de ley –que la semana que viene empezará a debatirse en el Senado– puede recortar algunas de las prácticas.
Es el caso de los abortos practicados a partir de la semana 22 del embarazo por riesgo para la vida de la madre. El proyecto de ley, siguiendo la recomendación de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), prevé que, si en este punto hay que interrumpir la gestación, se realice un parto inducido, y se intente salvar al feto, en vez de practicar directamente un aborto. Pues bien, la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI), que hasta ahora no se había pronunciado sobre este punto de la ley, criticó esta semana que se intente salvar a estos «grandes prematuros».
ACAI manifestó, en un comunicado, que se están «sobredimensionando» las posibilidades de supervivencia de estos niños. Una vez más, sacaron a relucir el difuso concepto de «vida digna»: para evaluar la posibilidad de que sobrevivan «no sólo se debería considerar la capacidad de respirar o de que un corazón pueda latir», sino la posibilidad de adquirir «una capacidad cognitiva adecuada para poder desarrollar una vida digna». Por ello, y porque en estas semanas del embarazo las posibilidades de que un bebé sobreviva son del 30 por ciento, creen «moral y éticamente insostenible» inducir un parto en la semana 22.
La posición de ACAI choca de manera frontal con el manifiesto firmado por la SEGO en junio de 2008. En este documento, la sociedad científica recordaba que la evolución de la medicina había contribuido a rebajar la edad de viabilidad fetal, que situaban entre la semana 22 y la 24. Su presidente, José Manuel Bajo Arenas, dijo entonces que, si se llevaban a cabo abortos en esta fase, «no se debían llamar abortos, sino de otra manera».
Para Luis Chiva, portavoz de la organización Ginecólogos por el Derecho a Vivir, la postura de ACAI «es tremendamente hipócrita e interesada», y evidencia que «intentan incrementar su ámbito de negocio». Asegura que no sólo los ginecólogos sino los pediatras y neonatólogos están de acuerdo en guiarse por «la defensa del prematuro». Eso no quita, no obstante, para que «no haya un encarnizamiento terapéutico en el caso de bebés que no son viables. Eso no ocurre en ningún hospital español», puntualizó.
Es cierto, no obstante, que son pocos los bebés que salen adelante antes de la semana 27 o 28, pero hay notorias excepciones. El bebé más pequeño, Sonia Taylor, nació en Estados Unidos a las 22 semanas de gestación y pesó sólo 283 gramos.
50.000 bebés cada año
Cada año nacen en España casi 50.000 niños prematuros, que suponen el 10 por ciento del total. Cada hospital lleva su propio registro y no está claro cuál ha sido el bebé más pequeño que ha sobrevivido. Lo que sí está claro es que los ginecólogos determinan que a partir de la semana 22 de gestación el bebé puede salir adelante fuera del útero materno. Por debajo de los 400 gramos de peso, los prematuros tienen alguna opción de sobrevivir, pero son casos anecdóticos, según indican los médicos.
@LaRazón.es
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