La policía impide acudir al Congreso a Derecho a Vivir
Según publica hoy la doctora Gádor Joya en su blog "La Buena Vida" en cope.es, "esta tarde he podido imaginar cómo debe ser vivir en una dictadura en la que no puedes expresarte, opinar, escribir o hablar. Lo he podido imaginar, es más, lo he vivido".
"Como muchos de ustedes sabrán, la plataforma Derecho a Vivir había convocado una acto de entrega de globos a los diputados a las puertas del Congreso, globos que simbolizaban la vida de los niños en el seno de su madre. Pues bien, a tal efecto me he desplazado hasta la plaza de Neptuno con mi coche, y al llegar he visto 7 furgones de la policía nacional apostados y más de 20 policías plantados de pie delante de ellos.
Según publica hoy la doctora Gádor Joya en su blog "La Buena Vida" en cope.es, "esta tarde he podido imaginar cómo debe ser vivir en una dictadura en la que no puedes expresarte, opinar, escribir o hablar. Lo he podido imaginar, es más, lo he vivido".
"Como muchos de ustedes sabrán, la plataforma Derecho a Vivir había convocado una acto de entrega de globos a los diputados a las puertas del Congreso, globos que simbolizaban la vida de los niños en el seno de su madre. Pues bien, a tal efecto me he desplazado hasta la plaza de Neptuno con mi coche, y al llegar he visto 7 furgones de la policía nacional apostados y más de 20 policías plantados de pie delante de ellos.
Aunque se me ha pasado por la mente que podrían estar allí por nuestra convocatoria, rápidamente lo he descartado, ya que me parecía algo desproporcionado para lo que pensábamos hacer. Ilusa de mi, ya que he podido comprobar personalmente que iban contra nosotros.
Esta tarde se nos ha prohibido deambular más allá de la plaza de Neptuno por el sólo hecho de llevar un globo rojo en la mano. Así de absurdo, así de dictatorial. Los que conseguíamos acceder a las inmediaciones del Congreso, hemos sido obligados a retroceder, mientras otros viandantes pasaban por delante nuestra sin ningún problema. El grupo de personas más numerosos que ha pasado por allí era de 7, lo que no llega a ser una concentración.
Esta tarde se nos ha prohibido deambular más allá de la plaza de Neptuno por el sólo hecho de llevar un globo rojo en la mano. Así de absurdo, así de dictatorial. Los que conseguíamos acceder a las inmediaciones del Congreso, hemos sido obligados a retroceder, mientras otros viandantes pasaban por delante nuestra sin ningún problema. El grupo de personas más numerosos que ha pasado por allí era de 7, lo que no llega a ser una concentración.
En mi caso, iba sola, paseando con las manos en los bolsillos y portando un globo rojo. Dos policías se me han acercado y me han dicho que no podía pasar por allí. Al preguntarles por qué, no me han dado ninguna explicación. Lógicamente yo les he replicado que tenía todo el derecho del mundo a pasear por las calles de Madrid, ya fuera con un globo en la mano. Ante esta réplica, dos policías nacionales me han agarrado cada uno por un brazo, y, ante mi resistencia me han empujado hacia abajo, obligándome a cruzar la calle con el semáforo en rojo. Yo he gritado pidiendo ayuda, y ellos han reaccionado aplicando más fuerza contra mí. Les decía que no podía cruzar porque el semáforo estaba en rojo, los coches pasaban, y aún así ellos me seguían forzando. Ante mi resistencia uno de ellos ha parado el tráfico sin esperar al verde del semáforo, para que pudiera cruzar.
Estos son los hechos, esta es la verdad. El gobierno socialista nos ha impedido ejercer un derecho como ciudadanos, el derecho a pasear por las calles de Madrid sólo porque estamos en contra de una ley de muerte que pretenden crear.
En un país en donde te puedes pasear desnudo por la calle sin que nadie te diga nada, donde se pueden organizar desfiles que ofenden y llaman a quemar las Iglesias, donde se pueden organizar manifestaciones llamando asesino a un presidente del Gobierno, hoy se nos ha impedido pasear con un globo rojo en la mano para defender el derecho a la vida de los no nacidos.
Hasta ahora siempre había dicho que no había vivido ninguna dictadura, pero hoy he empezado a cambiar de opinión".
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