La Sala que rema, folio a folio, a favor de los encausados, ahora absueltos en primera instancia.
Una primera lectura de la sentencia de la Audiencia de Barcelona sobre el empresario del aborto Carlos Morín nos hace sospechar de la falta de imparcialidad de la Sala que rema, folio a folio, a favor de los encausados, ahora absueltos en primera instancia.
La Sala reconoce en la sentencia que existen multitud de indicios que nos hablan de que Morín y su equipo cometieron, cuando menos, numerosas irregularidades en la aplicación de la ley de aborto.
Pero al mismo tiempo, justifica asuntos tan disparatados como que sea posible hacer un diagnóstico psiquiátrico sin ver a un paciente. Por otro, asume la tesis del presidente de la patronal del aborto, el Señor Barambio, según el cual cuando el niño que debería nacer sufre de una enfermedad no sólo aplica el supuesto de aborto eugenésico, sino que también aplica forma automática el supuesto de riesgo para la salud psíquica.
¿Cuantas muertes sobre sus espaldas de inocentes asesinados en el vientre de sus madres?
Este es Carlos Morín, y bajo su sonrisa se esconde el negocio de la muerte, del aborto
@ de la fotografía: ALBERT BERTRAN. El comentario es nuestro.
Estas y otras partes de la sentencia nos llevan a pensar que una parte del Poder Judicial español ha asumido la mentalidad del negocio abortista, hasta el punto de menospreciar sus propias sospechas sobre las irregularidades que cometen los imputados por delito de aborto.
El negocio de matar
Padecemos desde hace demasiado tiempo a un legislador que en materia de aborto, lejos de poner límites, ha promovido el descontrol legal. Ni la ley del 85 ni por supuesto la del 2010 establecieron cautelas y controles que eviten que quienes han de juzgar el delito de aborto absuelvan sistemáticamente a los que, cometiendo toda clase de incumplimientos, se enriquezcan con el negocio de matar a seres humanos inocentes.
Por eso es fundamental que sigamos manteniendo nuestra presión en la contienda cultural a favor de la vida y hagamos saber a la clase política lo que los ciudadanos exigimos.
El Partido Popular no pude repetir el error de consentir o aprobar una legislación de aborto como la que se aprobó en 1985 que permita, sin ningún tipo de riesgo legal para el empresario del aborto, la ejecución en serie de miles de seres humanos y el sufrimiento de tantas mujeres.
La única ley segura es una ley de Aborto Cero.
*Ignacio Arsuaga es presidente de Hazte Oír.
@Menos de las fotografías, Ignacio Arsuaga/Intereconomía
1 comentario:
oye podria usar imagenes de tu blog para un trabajo que tengo de el colegio sobre el aborto porfavor
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