El Gobierno se lava las manos y ampara los descuentos en clínicas abortistas
M. CALLEJA MADRID / ABC
El descuento de un 20 por ciento ofertado por dos clínicas abortistas andaluzas, en concreto la Clínica Heliópolis y la Clínica Ginecología Almería, destinado a las chicas andaluzas que posean carné joven y aplicable a «consultas y servicios directos de interrupción voluntaria del embarazo», dejó estupefacto a más de un diputado cuando leyó la información en ABC el pasado 9 de abril. Uno de ellos fue Carlos Salvador, diputado de Unión del Pueblo Navarro (UPN), que inmediatamente dirigió al Gobierno 10 preguntas para respuesta escrita, y en concreto tres al presidente Zapatero, sobre su valoración de las «rebajas» para abortar.
La respuesta de La Moncloa, escueta y simple, acaba de llegar al Congreso. Se refiere sólo a las cuestiones dirigidas al jefe del Ejecutivo, pero la valoración y los datos que se le pedían brillan por su ausencia. La respuesta dice así: «No corresponde al Gobierno de la Nación pronunciarse sobre los términos en que los profesionales desarrollan una actividad amparada por la Ley, ni tampoco desplazar a las administraciones autonómicas en el ejercicio de sus competencias». El Gobierno se lava las manos así sobre los descuentos aplicados a los abortos, y respalda de paso a los profesionales que actúan «amparados por la ley».
El diputado Salvador se ha quedado prácticamente como estaba al recibir ese escrito. Él preguntaba a Zapatero si conocía la información, cuál era su valoración y si tenía pensado llevar a cabo actuaciones dirigidas a que el Instituto Andaluz de la Juventud excluya las ofertas abortivas del listado de ventajas económicas que proporciona el carné joven. No ha conseguido ni uno solo de los datos que solicitaba.
Por eso, el único representante de UPN en el Congreso, que en diciembre votó en contra de la nueva ley de aborto libre que ha promovido el Ejecutivo socialista y que es uno de los parlamentarios más activos contra el aborto, estudia ahora si vuelve a dirigirse al presidente Zapatero para saber de una vez lo que piensa sobre estas prácticas.
El diputado navarro no ha obtenido ninguna respuesta a las preguntas que envió a la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, como ésta: «¿Considera que el aborto puede ser tratado de igual manera que cualquier otro acto, cualquiera que sea éste, incluidos los más cotidianos como comprarse unas gafas o reponer unos neumáticos?». Aído, de momento, guarda un escrupuloso silencio.
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