Ingresó en el Hospital Mayor de Bolonia, Italia, una criatura que se resistió al aborto. A la chiquilla se le diagnosticó la falta de los glóbulos oculares. Los padres decidieron el aborto pero la niña llegó impetuosa y los facultativos le salvaguardaron la vida a pesar, del Consejo Superior de Sanidad, según el cual debería morir.
Los papás dispusieron el abandono de su hija superviviente, solicitando que fuera cedida en adopción. Según la declaración de la madre que la adoptó, “la criatura es maravillosa, llena de vida y cambia el corazón al conocerla”.
La epopeya de esta chiquilla es inefable: sobreviviente tras el aborto, venció a la muerte pesando únicamente 562 gramos; tras una intervención quirúrgica de corazón a los diez días de vida y una hemofilia cerebral. Ahora tiene casi dos años.
Gabriel Roselló (Madrid)
domingo, 2 de agosto de 2009
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